Hace poco he visto en un libro de repostería que compré una
receta para hacer dulce de leche, supe complicada, que llevaba hasta gelatina
neutra y se necesitaban hasta horas para cuajarlo, como amante de la cocina he
querido compartir esta receta cubana con los que no son cubanos, porque los que
son invariablemente todos o casi todos la conocerán.
¿Quién no lo recuerda con nostalgia? ¿Quién no comió el “fanguito”
que nos llevaban a la escuela al campo en los años ochenta nuestros padres a
las visitas? Con pan, con galletas, con bizcochos o hasta para rellenar
panetelas caseras, este dulce de leche es digno de figurar en todas partes. Y
más aún el modo de prepararlo, un poco peligroso porque la olla no se puede
quedar sin agua, porque si no puede explotar, como una vez en casa de una amiga
de mi madre, que explotó la olla con tanta fuerza que parecía una bomba
nuclear. La válvula no apareció jamás, es probable que volara por el balcón. La
lata de leche no aparecía y estaba detrás de la cocina y la tapa quedó
incrustada en el techo por la parte donde se coloca el pitón, ahora da risa,
pero en aquel entonces no, menos mal que no había nadie en la cocina.
Bueno, la receta es super sencilla, solo se necesita una
lata de leche condensada y 45 minutos en la olla de presión, llena de agua
hasta el tope y ya está listo para degustar el “fanguito”.
Los que no lo conocen que lo prueben y los que lo conocen,
pues también.
¡Bon apetit!
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