El viaje más largo es el que se hace hacia
el interior de uno mismo.”
Hammarskjold
Hammarskjold
Cuando
vuelvo mis ojos hacia atrás, hacia el tiempo ya ido y hurgo en mi interior,
como un dedo en la llaga, profundamente en la memoria, suelo recordar
muchísimas cosas pasadas. Y los recuerdos más vívidos suelen ser los de la
infancia, y en eso están de acuerdo hasta los psicólogos.
Por
eso son los más claros de todos cuantos atesoramos. Aunque muchos suelen estar
distorcionados por nuestra manera diferente de ver el mundo cuando somos niños,
porque luego que somos adultos perdemos la magia y toda capacidad de asombro.