He asistido al nacimiento de una estrella y me he quedado deslumbrada con su luz.
Aunque no soy
periodista ni nada por el estilo, me gusta escribir, y sobre todo sobre las
cosas que me emocionan. Tal vez no tenga este artículo la calidad suficientes
que si hubiera sido escrito por un periodista profesional pero me complace
mucho hacerlo. No sé si lo hago bien o no, pero lo hago porque me gusta, y ahí
les va:
He visto la voz
de España, no en la televisión como todo el mundo, la he visto, como vemos las
cosas en Cuba, nos las pasamos a través de memorias flash, de computadora en
computadora, mano en mano, así nos enteramos de lo que acontece en el mundo,
fuera de las fronteras de nuestra isla.
Y ver este programa
me ha gustado mucho, porque he percibido una visión distinta de los artistas
participantes, los coaches del concurso, porque casi siempre, al menos acá, solo
oímos la música sin saber como son sus intérpretes, en un plano personal. Aquí vi a Rosario Flores, a Malú, a Melendi y a David Bisbal, desde un punto de
vista diferente, los he visto como seres humanos, no como a estrellas distantes
años luz de personas como nosotros, los seres comunes. Los hemos visto llorar,
emocionarse, vibrar con la música, apasionarse, incluso hasta equivocarse y
desde este punto de vista son más humanos para nosotros, y más fáciles de
querer. Han tocado nuestro corazón de un modo más impresionante incluso que a
través de su propia arte.